El móvil económico cobra cada vez más fuerza como principal hipótesis del doble crimen que ayer cometió un mayordomo, que asesinó a navajazos a un colega amigo suyo y luego a la directora en funciones de una sucursal bancaria de la zona alta de Barcelona, antes de suicidarse arrojándose por un puente.

Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, los Mossos d'Esquadra mantienen todas las hipótesis abiertas para tratar de aclarar este caso, en el que se mantienen muchos interrogantes para saber qué llevó al hombre, de 48 años, nacionalidad española y origen filipino, a matar a otro mayordomo, también filipino, y a la subdirectora de una sucursal de la calle Ganduxer, que ejercía como directora en funciones.

El autor del doble crimen trabajaba como mayordomo en una casa de la zona alta de Barcelona, cuyos dueños estaban emparentados con el dueño de la casa de la calle Johan Sebastian Bach en la que ejercía también como mayordomo la primera víctima del doble crimen.

Según las fuentes consultadas, ambos mayordomos, además de colegas de profesión, eran amigos y compartían su origen filipino.

Los Mossos d'Esquadra han tomado hoy declaración a varias personas del entorno de ambos, la mayoría de ellos también de origen filipino, buscando pistas que permitan descubrir por qué uno de ellos asestó varias puñaladas a su colega.

Tras cometer este primer asesinato, el homicida se dirigió a una sucursal bancaria de la calle Ganduxer, de la que era cliente, y asestó media docena de puñaladas a la subdirectora, de 42 años, que actualmente ejercía como directora de la oficina.

La trabajadora de la entidad bancaria no había recibido amenazas previas, según fuentes cercanas al caso.

Pese a que los investigadores aún no han llegado a ninguna conclusión definitiva, una de las hipótesis que cobra cada vez más fuerza es que el homicida actuó atenazado por problemas económicos, posiblemente por deudas.

Por este motivo, los Mossos d'Esquadra también están analizando las cuentas bancarias, y tratan de aclarar, por ejemplo, si el homicida pidió dinero a su compatriota y colega y, ante la negativa de este, le apuñaló mortalmente.

Los trabajadores de todas las oficinas en Barcelona del grupo bancario en el que trabajaba la víctima han mantenido hoy un minuto de silencio en homenaje a su compañera fallecida.

Los principales sindicatos, como CCOO y UGT, han pedido que se revisen los protocolos de seguridad para que los trabajadores tengan una mayor protección, ya que entienden que en los últimos años han sido objeto de cada vez más agresividad por parte de los clientes, coincidiendo con la crisis económica y bancaria.