La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada a peleas de gallos en Cantabria y Vizcaya, aunque los animales se criaban en Cangas de Onís, donde fueron detenidas dos personas y se encontraron a 179 gallos del tipo "combatiente español", que en el mercado tienen un precio superior a los 100.000 euros. En esta operación, bautizada "Pugnator", fueron arrestadas un total de 17 personas, una de ellas menor de edad, e intervenido un total de 217 animales.

Las investigaciones se iniciaron después de que la Guardia Civil tuviera conocimiento de que se producían peleas de gallos en Cantabria, y que podían estar vinculadas a robos denunciados por criadores profesionales.

Los agentes comprobaron que en tres lugares de Cantabria y en uno de Vizcaya acudía un determinado grupo de personas, siempre en días determinados y con menores.

Miembros del Seprona y de la Guardia Civil detectaron la presencia de los investigados en Santiago de Cartes (Cantabria), y decidieron entrar en la vivienda a la que les habían visto acceder. En el patio de la casa hallaron dos gallos en un reñidero, ensangrentados y con importantes heridas en la cabeza. También había varios menores de edad. En ese momento fueron detenidos once hombres, todos ellos varones y uno de ellos de 16 años. Varios salieron corriendo, pero fueron interceptados y arrestados en las proximidades.

En el registro de la vivienda se intervinieron once gallos, de los que siete presentaban serias heridas y sangre, muestra de su participación en peleas. También se intervinieron 600 euros que podían corresponder a apuestas ilegales que se estaban realizando. A partir de ahí se sucedieron las detenciones.

Pero en el transcurso de las investigaciones se detectó que había un criadero de gallos "combatiente español" en Cangas de Onís, cuyos responsables fueron arrestados.