Un hombre salvó ayer la vida de una niña de 4 años al atraparla tras precipitarse desde un octavo piso en la ciudad rusa de Yekaterimburgo. La madre fue a la compra y dejó a la niña sola. La menor pensó que su madre se había ido al trabajo y decidió acompañarla. Se subió a un taburete, abrió la ventana y comenzó a descender. Un hombre que pasaba por allí con su perro le dijo que intentase volver a casa, pero a la niña le fallaron las fuerzas y cayó al vacío. La menor sufre lesiones en hombro y cabeza, pero no corre peligro. El hombre se partió un brazo.