El rescate en Valderrey (Zamora) del cadáver de un pastor marroquí en un pozo de casi diez metros excavado de forma artesanal por él mismo ha sacado a la luz la historia de un hombre al que su obnubilación por el sueño de encontrar un tesoro le llevó a la muerte.

El suceso movilizó durante las últimas 24 horas un amplio dispositivo después de que un compañero de aventuras de la víctima diera la voz de alarma y explicara que durante un año y medio habían excavado un estrecho pozo apuntalado con neumáticos.

Todo para intentar hallar un supuesto tesoro del que había oído hablar y con el que el pastor fallecido pretendía dar un futuro a su familia. Su cuerpo fue hallado en la tarde de ayer al fondo del estrecho agujero excavado en la tierra en la que sacaba a pastar al rebaño.