Jornada intensa y de trabajo la de ayer de los integrantes del Servicio de Emergencias de Asturias (SEPA), que comenzaron la mañana con un rescate en Bulnes (Cabrales) y la concluyeron con otro, en la costa, en este caso, a un hombre atrapado en un pedrero en Cudillero. Por el medio, también intervinieron para socorrer a un excursionista atrapado que cayó en la Ruta del Alba, en Sobrescobio. Los tres rescates, con final feliz, no estuvieron exentos de complicación.

En Bulnes, el accidente se produjo en torno al mediodía, cuando se avisó de que una mujer tenía una fractura abierta y se encontraba en el pueblo. Los Bomberos acudieron en helicóptero y accedieron a la mujer -de 43 años y vecina de Barcelona-, que estaba a cien metros del mirador del Urriellu. Cayó al tropezar y resultó con una fractura de tibia y peroné en su pierna izquierda. Fue trasladada junto a sus compañeros de caminata al Hospital de Arriondas tras ser atendida en la zona en un primer momento.

A las dos menos cuarto, en pleno traslado de la mujer, llegó el aviso del accidente en la Ruta del Alba, en Sobrescobio. El mismo equipo de rescate que trasladó a la caminante a Arriondas se trasladó a Sobrescobio, al igual que dos bomberos de Coballes y uno de San Martín del Rey Aurelio. Las tareas de rescate en este caso fueron complicadas, según el SEPA.

El accidentado, un varón de 60 años, estaba en una zona cubierta de árboles que dificultó acceder hasta él. Por lo visto, el caminante se cayó en la zona de las cascadas y se precipitó diez metros hasta una poza del río. Los rescatadores consiguieron llegar hasta el hombre, ya fuera del agua, apoyado en unas rocas.

El médico lo atendió y lo inmovilizó. Pero lo complicado llegó después. Para trasladar al hombre hasta el helicóptero fueron necesarias, según el SEPA, hasta seis operaciones de grúa, lo que obligó a desplegar 47 metros de cable. Finalmente, el hombre, ya en el helicóptero, fue llevado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde se vio que tenía roto el húmero derecho y varias costillas. Cerca de las cuatro de la tarde, el grupo dio por finalizado el rescate.

Pero la tranquilidad duró poco tiempo. Poco antes de las cinco una nueva emergencia movilizó a los profesionales del servicio asturiano, que llevan un verano de duro trabajo. En el aviso de la tarde se informó de que había un hombre de 60 años atrapado por la marea -estos días son especialmente altas y virulentas- en un pedrero de la playa de Sienra, en Ballota (Cudillero).

El bañista estaba perfectamente, sólo que no podía salir del lugar sin ayuda, algo que intentó sin éxito. Así que los rescatadores, que fueron avisados por su mujer, le evacuaron y lo dejaron sano y salvo en el aparcamiento de la playa, donde tenía estacionado el coche. No fue fácil tampoco, pues tuvieron que realizar dos operaciones de grúa en las que se desplegaron 40 metros de cable en total. El hombre explicó que no se había dado cuenta de la subida de la marea y cuando quiso volver a la playa le resultó imposible. A las seis y cuarto de la tarde, el grupo de rescate dio por finalizado el tercer rescate de la jornada.