El número de fallecidos en el terremoto del miércoles en el centro de Italia subió ayer hasta los 278 mientras el país está de luto oficial y prepara los primeros funerales de Estado por las víctimas provocadas por el desastre.

El incremento del número de fallecidos correspondió a la localidad de Amatrice, a unos 140 kilómetros al noreste de Roma, donde murieron 218 personas y continúan los trabajos de rescate, pero con menos esperanza de encontrar supervivientes.

El equipo de seis bomberos que trabajan en la Santa Sede enviados a Amatrice logró rescatar con vida a un niño de 3 años de debajo de los escombros. Junto al pequeño los bomberos encontraron los cuerpos sin vida de los padres y de su hermana de 10 años.

Hasta el momento, las víctimas identificadas son 218 y se han contabilizado 387 personas hospitalizadas, por lo que la cifra de víctimas podría aumentar.

A los más de doscientos muertos en Amatrice se suman medio centenar en la localidad de Arquata y más de una decena en Accumoli, en la región del Lazio.

La tierra siguió temblando durante todo el día de ayer -Protección Civil comunicó que se registraron un total de 220 réplicas-, lo que tuvo como consecuencia el empeoramiento de las condiciones de viabilidad de las carreteras de las zonas afectadas.

Este organismo comunicó que se ha dispuesto la acogida en centros deportivos y públicos para 3.600 damnificados en un total de 44 localizaciones y que trabajan en las tareas de rescate y asistencia a los damnificados 6.581 personas.

El Gobierno de Matteo Renzi comunicó que los primeros funerales de Estado en memoria de algunos muertos causados por el seísmo se celebrarán hoy en la localidad de Ascoli Piceno, un acto en el que se espera la asistencia del primer ministro y del presidente de la República, Sergio Mattarella.

No será un funeral en memoria de todos los fallecidos, puesto que algunas familias han preferido ceremonias en sus lugares de origen y en ocasiones en la intimidad, sin esperar a un evento organizado por el Estado.

Por parte del Ejecutivo, el ministro del Interior, Angelino Alfano, calificó de "milagro laico" que se pudiera rescatar a más de 200 personas con vida de entre los escombros y aseguró que "la máquina de los equipos de ayuda empleados en la emergencia ha funcionado a la perfección".

El problema reside en las fechas. Amatrice es una localidad con un padrón de unos dos mil habitantes, pero que en verano aumenta por el número de turistas. No se sabe a ciencia cierta cuántas personas pernoctaban en el pueblo en esa madrugada fatal cuando la tierra tembló y se llevó por delante decenas de casas.

No obstante, las dudas sobre las medidas de prevención y, sobre todo, los estándares de construcción en una zona cuya alta sismicidad no es un precisamente un secreto comenzaron a escucharse claramente.

La destrucción de una escuela en Amatrice que había sido sometida a trabajos de adecuación para hacerla resistente a un terremoto ha causado indignación entre ciudadanos afectados por la devastación de la localidad y hay ya acciones ante la Justicia. La fiscalía de Rieti abrió el jueves una investigación preliminar al respecto.

Una de las preocupaciones más inmediatas ahora es garantizar que los niños puedan acudir a la escuela cuando comience el curso. "Nuestra prioridad ahora es garantizar que las escuelas puedan abrir cuanto antes. Si fuera necesario, acudiremos a estructuras prefabricadas; si no, instalaremos escuelas en otros sitios", señaló Paolo Baccari, portavoz del departamento de Protección Civil.

Según Baccari, permitir que no pierdan "ni un día" de colegio también servirá para "dar un mensaje de tranquilidad" a los niños y ayudarles "a superar posibles traumas".

En un estudio hecho a partir de datos proporcionados por el satélite japonés Alos 2 se ha podido comprobar que en la zona próxima a Accumoli el seísmo provocó una depresión de hasta veinte centímetros del terreno, según datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) y el Centro Nacional de Investigación (CNR). Esa deformación del terreno fue constatada a lo largo de una franja de veinte kilómetros en dirección Norte en torno a esa localidad, una de las más afectadas por el seísmo.

Los técnicos recordaron que, a pesar de este claro impacto del violento terremoto en la zona, la falla que está en el origen del movimiento sísmico es conocida y sus características están muy estudiadas.