El incendio que desde anteayer afecta a las localidades alicantinas de Xàbia y Benitatxell, que ha obligado a evacuar a más de mil personas y ha quemado 319 hectáreas, se reavivó durante la tarde de ayer por las fuertes rachas de viento y sigue sin control calcinando chalets de urbanizaciones cercanas al paraje protegido de La Granadella.

Se trata de la urbanización Cumbre del Sol, en Benitatxell, que en un principio parecía que estaba lejos del frente de fuego pero que finalmente se ha visto afectada por el cambio de viento.

Una veintena de medios aéreos del Gobierno central, autonómico y de la Diputación operaron sin descanso sobre la zona junto a 370 bomberos y brigadas rurales y 222 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), sin poder controlar definitivamente las llamas.

Los responsables del dispositivo de extinción confían en que amaine el viento y aumente la humedad para, con menos calor, ser más efectivos sobre una superficie extremadamente seca.

Los desalojados, la mayoría residentes extranjeros en chalets de urbanizaciones, pernoctan provisionalmente junto a sus mascotas en un instituto de Xàbia y en el gimnasio de un colegio de Benitatxell, principalmente.

Este virulento fuego ha sido obra de al menos un pirómano, según han coincidido en señalar la Generalitat Valenciana y el Gobierno central, ya que comenzó a las cuatro de la tarde en un mirador de Benitatxell y, tras ser controlado y retirarse los hidroaviones, se registraron tres focos casi simultáneos en las inmediaciones pero distantes entre sí.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha calificado de "dramático" y "terrible" el incendio por poner en peligro los valores ambientales de la Comunitat, especialmente el paraje de La Granadella, y al mismo tiempo a los vecinos de esta poblada zona del norte de Alicante.

El fuego se ha visto favorecido por las condiciones climáticas ya que se han registrado vientos cambiantes que superan los 30 kilómetros por hora, a los que acompañan más de 30 grados y una humedad relativa en torno al 20 por ciento.

Además, La Granadella padece una prolongada sequía que contribuye a que haya mucha hojarasca y matorral, lo que favorece la combustión en una zona escarpada con barrancos y acantilados.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) trata de identificar ahora a los culpables, aunque no hay noticias de detenciones por el momento. Puig ha calificado de "desgraciado y malnacido" al autor de los fuegos por aprovechar las adversas condiciones climatológicas para causar "un daño enorme a muchas personas".