Fernando González, el dueño del gimnasio gijonés inspeccionado el pasado miércoles por la Policía Nacional en el transcurso de una operación contra la venta ilegal de esteroides, negó ayer que tuviese conocimiento del tráfico de este tipo de sustancias en su establecimiento. "Practico la vida sana y no quiero verme involucrado en nada de esto, llevo años trabajando", señaló el empresario, que conoció la noticia de la intervención policial durante su semana de vacaciones fuera de Asturias.

Hasta el Principado se desplazaron el pasado martes varios agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría General del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid. Los funcionarios inspeccionaron, además del gimnasio gijonés, una tienda de nutrición deportiva en Avilés. Los investigadores arrestaron a al menos cuatro personas, una de ellas un funcionario de la Guardia Civil en activo vecino de Gijón. Se espera que los acusados pasen a disposición judicial en las próximas horas. Los funcionarios terminaron ayer de revisar todos los efectos requisados durante las investigaciones. El operativo no está cerrado, por lo que no se descarta que en los próximos días se puedan producir nuevas imputaciones.

Los funcionarios llegados desde Madrid llevaban meses siguiéndole la pista a los ahora arrestados. Los agentes habían recabado datos sobre la supuesta venta ilegal de esteroides, una sustancia utilizada por usuarios de gimnasios que quieren aumentar su musculatura.