Ha sido una investigación ardua, pero con sus frutos, aún no agotados. El pasado 13 de mayo se encontraba el cuerpo de un hombre en el mar, junto a Los Nidillos, entre las playas La Puntilla y El Confital, en Las Palmas de Gran Canaria. El cuerpo estaba tan descompuesto que aún hoy se desconoce la causa de la muerte, que está siendo investigada por los forenses. Sin embargo, el fallecido pudo ser identificado por unos tatuajes que llevaba, tras un llamamiento de la Guardia Civil y la colaboración de una persona.

La Guardia Civil comprobó que la expareja del hombre, Sira María Quevedo Núñez, que abandonó las islas hace mes y medio, había estado sacando dinero con la tarjeta de su exnovio y vendido su coche tras falsificar la documentación. Además, había seguido utilizando el teléfono del hombre, intentando hacer creer a sus familiares que se encontraba vivo.

Los agentes siguieron el rastro de la mujer hasta el barrio corverano de Las Vegas. Sira María Quevedo, de 33 años, había hecho una escala previa en Madrid. En Corvera vivía, al parecer, con otra pareja en la plaza de Neptuno, sin levantar sospechas. El pasado martes, agentes de la Policía judicial de la Comandancia de Las Palmas y del EDOA de la Comandancia de Gijón dieron con ella en la vivienda y la detuvieron. Luego la trasladaron a Canarias, donde ayer prestó declaración ante el titular del Juzgado número 6 de Las Palmas, en la que habría reconocido los hechos. El juez la mandó a prisión. La investigación, bautizada como "operación Isleta", aún continúa y no se descartan más detenciones.