La Policía alemana cerró ayer y registró tres escuelas de Kiel (al norte del país), tras recibir por correo electrónico amenazas de la presencia de veneno en unos corazones de mazapán que supuestamente se habían depositado en el patio de los centros, en lo que presuntamente es un intento de extorsión contra un fabricante de esos dulces, que fue quien alertó a la Policía y ofreció su cooperación.