Gregorio del Campo Menéndez, el vecino de Vegalencia, en la parroquia de Tellego (Ribera de Arriba), que fue arrollado por un conductor borracho en la mañana de anteayer, domingo, continúa ingresado en la uvi del Hospital Universitario Central de Asturias con graves lesiones. Fuentes de la familia indicaron que sufre una lesión medular, tiene siete costillas rotas y padece fracturas de tibia, peroné y tobillo en una pierna. La magnitud de estas lesiones pone de manifiesto la velocidad a la que circulaba F. H. T., langreano de 36 años, cuando arrolló a Del Campo. Familiares de este empleado del Ayuntamiento de Ribera de Arriba aseguraron que la semana que viene podría empezar las intervenciones necesarias para su recuperación. Por el momento, apenas está consciente. Goyo, como es conocido en la localidad, sufrió un fuerte traumatismo craneal. En cuanto al conductor ebrio, quedó en libertad el mismo domingo, con la obligación de personarse ante el juez de guardia cuando le convoque.

Los familiares de Gregorio del Campo, que tiene 63 años de edad, están impactados por lo ocurrido y la gravedad de las lesiones que sufre. Les preocupa sobre todo la lesión medular, que esperan que no tenga consecuencias para su movilidad. Confían en los médicos y también en la disposición de ánimo del herido. "Gracias a Dios que Goyo es una persona fuerte; otro estaría ya muerto porque el golpe fue terrible", indicó uno de sus parientes. Lo importante es que no se teme por su vida.

Están indignados con el conductor que ha causado todo este daño. "Puedo comprender que una vez que lo atropelló huyese por miedo o sin pensar. Lo que no me cabe en la cabeza es que cogiese el coche con la borrachera que llevaba. Que se hubiese quedado durmiéndola el tiempo que fuese necesario para que se le pasase", indicó el mismo familiar. Ahora sólo esperan que su pariente pueda recuperarse y salir pronto del Hospital, y también que se haga justicia.

Gregorio del Campo regresaba a casa después de comprar el periódico cuando el Seat León de color rojo conducido por F. H. T., a gran velocidad, le golpeó por la espalda. El vecino de Vegalencia quedó tendido justo encima de un paso de peatones situado frente a su casa. El conductor, que sufría una seria intoxicación etílica, lejos de quedarse a ayudar al herido, emprendió una rocambolesca huida por la carretera que va de Soto de Ribera a Oviedo a través de Caces (AS-322).

Sin embargo, no llegó siquiera a esta localidad. Abandonó el coche entre Puerto y Palomar y huyó a pie hacia el río Nalón, cuyas riberas en esa zona son muy frondosas. Tanto que la Guardia Civil llegó a movilizar un helicóptero del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Mieres para rastrear la zona desde el aire. Finalmente, una patrulla de Seguridad Ciudadana del cuartel de Trubia logró dar con el conductor fugado, en la misma orilla del Nalón. Fue conducido al cuartel del Rubín, donde se le tomó la filiación. Pasadas unas horas, quedó en libertad deambulatoria, aunque con la obligación de acudir al Juzgado que instruye las diligencias para prestar declaración si así se considera oportuno.

Fuentes cercanas indicaron que en el momento de su detención, sobre la una de la tarde del domingo, tenía una fuerte intoxicación etílica. Aunque se recabó la presencia del SAMU para atenderle, el conductor se negó a que le asistieran. Todo indica que cuando arrolló al vecino de Vegalencia trataba de evitar las carreteras principales para no ser descubierto por la Guardia Civil conduciendo borracho. Ahora tendrá que comparecer ante el juez como presunto autor de los supuestos delitos de conducción bajo los efectos del alcohol, lesiones imprudentes y omisión del deber de socorro.