Los daños económicos provocados por el terremoto que hace un mes sacudió el centro de Italia, y en el que murieron 297 personas, son de al menos 4.000 millones de euros, mientras que unas 2.500 personas esperan aún ser realojadas. El primer ministro Matteo Renzi asegura que el objetivo sigue siendo la reconstrucción de las zonas que se han visto afectadas.