La Policía Federal mexicana detuvo anteayer jueves a un sospechoso del secuestro y asesinato de María Villar Galaz -sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar-, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 15 de septiembre, maniatado y con una bolsa en la cabeza, en un riachuelo de aguas negras de la localidad de Santiago Tianguistenco, en el Estado de México, después de que la familia pagase un rescate de 3.000 euros en pesos.

El cuerpo de la mujer, que tenía 39 años, no pudo ser identificado hasta casi una semana más tarde por su esposo, que tuvo que recorrer varios depósitos forenses. Los restos incinerados de la joven fueron repatriados a España el fin de semana pasado. La mujer había sido secuestrada en la noche del pasado 13 de septiembre, después de tomar un taxi en un centro comercial de Santa Fe, un área de negocios del oeste de la capital, con rumbo al lujoso barrio de Polanco, donde residía.

La detención fue practicada por agentes de la Dirección de Investigación en el municipio de Tultepec. El sospechoso, sorprendido con un kilo de cocaína en su poder, admitió ante los agentes haber llevado a cabo el secuestro junto a otras dos personas, cuya identidad ya se conoce. Uno de ellos estaría vinculado a las fuerzas de seguridad. El detenido admitió además que actuaban a las órdenes de un delincuente encarcelado en el Reclusorio Oriente de México, y que recibe el apodo de "El Oso". La banda utilizó para secuestrar a la española un vehículo de color gris que llevaba el letrero de "taxi para ejecutivos. Las autoridades mexicanas creen que Villar pudo haber sido elegida al azar por secuestradores inexpertos.