El teléfono móvil de la joven Diana Quer, desaparecida el pasado 22 de agosto, ha sido hallado en una zona muy próxima al puerto de Taragoña (Rianxo), en la provincia de A Coruña. Fuentes de la Guardia Civil precisaron que el móvil fue encontrado entre el muelle de ese puerto y el puente de la Autovía de Barbanza, a unos veinte kilómetros de A Pobra do Caramiñal, donde la joven madrileña veraneaba junto a su madre y su hermana. De la localidad de Taragoña procede la última señal que lanzó el móvil, la madrugada de la desaparición.

Fue una mariscadora quien de forma casual encontró el aparato dentro del agua en torno a las dos de la tarde. Fuentes de la investigación resaltaron la relevancia de este hallazgo, la primera pista material del caso, y que motivará un nuevo rastreo de la ría en busca de nuevas evidencias.

Un total de 68 días después de su desaparición, el aparato es la primera pertenencia de Diana Quer que se encuentra por parte de las fuerzas de seguridad. Se trata de un iPhone de color blanco que previsiblemente estará dañado tras permanecer bajo el agua durante tanto tiempo. Esta circunstancia dificultaría el análisis por parte de los agentes que investigan la desaparición de la joven.

Hace poco más de un mes la Guardia Civil activó el teléfono móvil de Diana Quer para acceder a toda la información que contiene el aparato de la joven, extraer sus datos y poder tener alguna pista de los últimos movimientos de la desaparecida. De hecho, la memoria del teléfono móvil de la joven, los datos que pudiera haber en la nube, la declaración de los testigos o las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad son algunos de los elementos que están centrando las investigaciones.

Pese al trabajo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de La Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO) de este cuerpo, con base en Madrid, todas las incógnitas siguen abiertas sobre el motivo de la desaparición de la joven de 18 años tras asistir el 22 de agosto a la fiesta del Carme dos Pincheiros, en su lugar de veraneo, A Pobra.

Durante este tiempo, la Guardia Civil ha desplegado un gran operativo en la población coruñesa y ha realizado varias batidas por la comarca de Barbanza y también por sus alrededores, en las zonas cercanas a la localidad en la que se perdió la pista. Unos rastreos que se llevaron a cabo después de que la geolocalización de las señales de las últimas comunicaciones realizadas desde el teléfono móvil de la chica la situasen en esos entornos.

Los agentes sospechan que la joven pudo ser llevada a una vivienda de Taragoña. También han declarado testigos que afirman haber visto a la joven subirse a un coche en el muelle de Taragoña, sobre las tres de la madrugada. En el vehículo, del lado del conductor, había un hombre "de mala pinta". Y también se ha investigado un exnovio de la joven, que la habría amenazado en los últimos tiempos.