El corverano N. G. F. vuelve a sentarse en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia para responder de los supuestos abusos que cometió sobre sus dos sobrinas durante años, hechos por los que la Fiscalía pide 20 años de prisión. Será el próximo miércoles, 2 de noviembre, y el juicio se celebrará a puerta cerrada para respetar la intimidad de las víctimas. El juicio fue suspendido el pasado mes de julio. El acusado había renunciado a su primer abogado y la letrada que se hizo cargo del caso, Ana Trapiella, pidió una suspensión para familiarizarse con los autos, a lo que el tribunal accedió.

El ministerio fiscal sostiene que el procesado realizó tocamientos a una de sus sobrinas, nacida en 1996, desde que la menor tenía 6 años hasta que cumplió los 12. A esa edad, en una fecha no determinada, y a pesar de que la niña ofreció resistencia, el procesado la tiró sobre una cama y mantuvo relaciones sexuales completas con ella. En el mes de julio de 2014, el Juzgado de Instrucción número 4 de Avilés le impuso como medida cautelar la prohibición de aproximarse a la menor y a su domicilio a menos de 300 metros y comunicarse con ella por cualquier medio en tanto en cuanto no recayese resolución judicial firme que pusiera fin al procedimiento.

Pero es que además, en nueve ocasiones, el procesado realizó tocamientos a otra sobrina, desde que ésta tenía 5 años y hasta los 7, siempre según el ministerio público, que es el único que acusa en este caso.

Por el delito de agresión sexual, el sufrido por la sobrina de más edad -de hecho ya ha cumplido los 18 años-, el fiscal pide una condena de 14 años de prisión. En el caso de los abusos sufridos por la sobrina de menos edad, el ministerio público solicita una condena de seis años de prisión. El fiscal pide además la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de las víctimas por espacio de diez años en el caso de la mayor, y ocho años en el de la de menos edad. En cuando a las indemnizaciones, pide que el acusado les pague 14.000 euros. Las víctimas tendrán que declarar tras un biombo.