Los testigos que observaron cómo Diana Quer se iba con un hombre "de mala pinta" en la madrugada de su desaparición, han indicado a la Guardia Civil que la joven mantuvo con él una fuerte discusión, antes de entrar en el vehículo. El hombre llegó al puerto de Taragoña en torno a las dos de la madrugada, y la llegada de Diana se produjo en torno a las cuatro. Fue la última vez que se la vio. La Guardia Civil ya ha identificado a la persona que la esperaba, un individuo con antecedentes por tráfico de drogas.

Fue en el entorno del puerto de Taragoña, en el municipio coruñés de Rianxo, donde se encontró el teléfono móvil de la joven, que sufrió daños premeditados. Los agentes tratan de buscar información en este teléfono, que permaneció dos meses sumergido en una zona de lodo. Las pesquisas de la Guardia Civil se centran especialmente en este municipio, situado a unos veinte kilómetros de A Pobra do Caramiñal, donde la joven pasaba las vacaciones junto a su madre y su hermana.