La Fiscalía de Menores investiga la paliza recibida por un niño de siete años en el patio de un colegio de Sevilla por tres compañeros de ocho, nueve y diez, que ya han sido identificados. Los padres del menor, que denunciaron el caso en la Policía, llevaron a su hijo al hospital Virgen del Rocío tras comprobar los traumatismos que tenía en la cabeza, el abdomen y la boca. Según un portavoz policial, tras recibir la denuncia de los padres identificaron a los presuntos autores y comunicaron los hechos a la Fiscalía de Menores, que ha asumido el caso.
La agresión se habría producido el pasado jueves a la hora del comedor, sobre las tres y media de la tarde, y en la denuncia, los padres afirman que habían alertado al colegio de varias amenazas y agresiones a su hijo, y después de la última paliza, el centro escolar ha accedido a tramitar una posible expulsión de los presuntos agresores. En el escrito se asegura que los tres presuntos agresores llevan dos años acosando al pequeño dentro y fuera del colegio y que el niño ha tenido que recibir tratamiento psicológico para superar sus miedos.
Según la denuncia, tras recogerlo del colegio, la madre del menor vio a su hijo con una herida en la boca y con la camiseta lavada para intentar eliminar las manchas de sangre, lo que el chico justificó diciendo que le habían tirado un envase de cristal. Sin embargo, ante la presencia de hematomas por el cuerpo y el dolor que sufría, la madre lo llevó al hospital, donde el menor relató a la médica que tres compañeros le dieron patadas y puñetazos en una zona del colegio donde no les veían los encargados de vigilar a los menores.
Tras ser atendido, el menor recibió el alta y está en observación por las posibles secuelas de la paliza, sobre todo en la zona abdominal.
Algunos padres del colegio han mostrado su apoyo a la familia del agredido, mientras que la madre de uno de los supuestos agresores no lamentó lo ocurrido y criticó que el niño no se defendiera, según la madre del menor, que se niega a llevar a su hijo al mismo colegio.
