Un tsunami con olas previstas de hasta cinco metros golpeó ayer la costa este de Nueva Zelanda horas después de producirse un terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala Richter, seguido de varias réplicas, obligando a evacuar numerosas poblaciones litorales, sobre todo en la parte nororiental de la Isla Sur, sin que las autoridades hubieran informado a última hora de ayer de víctimas o daños importantes. El epicentro del seísmo se situó a 91 kilómetros al noreste de la ciudad de Christchurch, minutos después de la medianoche (mediodía en España).

El Ministerio de Defensa Civil y Gestión de Desastres advirtió a los habitantes de estas áreas de la conveniencia de desplazarse hacia "zonas elevadas, o lo más posible tierra adentro". Según medios locales, se produjeron cortes de electricidad y los servicios de emergencia acudieron a rescatar a algunas personas en helicóptero.