"No hay palabras. Aunque viviésemos dos mil años nunca podríamos agradecer este despliegue de cariño y apoyo". Son palabras de la familia de Julio José Heres, "Chinorris", el gijonés de 65 años que el domingo falleció en un accidente de moto en la autopista "Y" al golpearse contra un guardarraíl cuando regresaba de una concentración en recuerdo a las víctimas de los accidentes de tráfico. Medio millar de motoristas procedentes de toda España acudieron ayer a Gijón para dar el último adiós al que todos definen como un hombre afable y solidario. "Mi padre conocía a mucha gente por las motos y sabíamos que tanto él como mi madre eran muy queridos, pero no hasta este extremo, no lo esperábamos", aseguró Silvia Heres.

La hija, la sobrina y la cuñada de "Chinorris", entre otros familiares, recibieron el apoyo de una multitud de amigos y compañeros. "Era habitual verle bromeando y con una sonrisa", rememoró Silvia Heres. "Él era muy prudente y siempre luchó por lo que ahora le quitó la vida, espero que esto sirva para que se invierta en mejorar carreteras como la 'Y' ".

La esposa de José Julio Heres iba con él cuando se produjo el accidente. Marisa Solar resultó herida y permanece ingresada en la uci de Cabueñes con un brazo, una muñeca y tres costillas rotas. "Mi madre está estable y tranquila, sabe lo que pasó, pero no lo asimila. Me imagino que el golpe vendrá más tarde", relata la hija. "Mi hermano se ha quedado hoy con ella". Marisa compartió con su marido viajes y experiencias por España en diferentes encuentros moteros. "No se separaban nunca, va a ser duro para ella", aseguraban algunos amigos en el tanatorio.

Carlos Fernández conocía a "Chinorris" desde hace 29 años. "Trabajábamos juntos en Arcelor y formábamos parte del mismo grupo motero; ha sido un golpe muy duro", comenta. José Julio Heres se jubiló hace un año y desde entonces dedicaba la mayor parte del tiempo a actividades solidarias. "El sábado fui con él a comprar un traje nuevo para disfrazarse de Papá Noel en las fiestas de Navidad del Sanatorio Marítimo", relata. "Este año la fiesta será un homenaje para él".

La bandera de Asturias y una camiseta del grupo motero "Asturfenix" fueron algunos de los objetos con los que sus allegados quisieron recordarle. Junto a ellos el chaleco de seguridad que su hija depositó sobre el féretro y en el que podía leerse: "Guardarraíles asesinos". Era una de sus reivindicaciones y su lema en las concentraciones a las que acudía para pedir más seguridad vial.

"Reivindicamos mejoras en las carreteras. Sabemos que hay cuestiones económicas de por medio, pero es urgente sustituir los guardarraíles y poner pintura antideslizante", reivindica Agustín Menéndez, secretario de la agrupación "Asturfenix". "La delegación de Tráfico dice que el asunto depende de Fomento y que ellos informan del estado de las carreteras, pero los accidentes están ahí", argumenta. "Esto tiene que servir para que los organismos competentes se tomen en serio la seguridad vial", dice Joaquín Senén Rodríguez, compañero de "Chinorris". "No nos lo podemos creer, él siempre se ponía el último cuando íbamos en grupo, salía una hora antes para no correr, era el más prudente, no bebía...".

A las once de la mañana el aparcamiento de la playa del Arbeyal de Gijón comenzó a llenarse de motos. "No sabemos cuántos van a venir porque es un día de semana y para mucha gente es complicado", aseguraba uno de los organizadores. En apenas media hora trescientos motores estaban preparados para dar el último adiós a José Julio Heres en el tanatorio de Cabueñes. Sus amigos del grupo motero "Asturfenix" esperaban a cada uno de los asistentes con un lazo negro para colgar en los espejos retrovisores. Entre los que iban llegando se repetían las escenas de dolor por la pérdida del que era un gran amigo.

" 'Chinorris' era nuestro relaciones públicas y lo conocía todo el mundo", destaca Agustín Menéndez. "Tenía más kilómetros a sus espaldas que todos nosotros, no nos explicamos qué pudo pasar", cuentan algunos de los asistentes. "Las carreteras te lo quitan todo en un momento".

A las doce en punto la comitiva enciende motores. "Es un recorrido para rendir homenaje a nuestro amigo y tributarle unas ráfagas al cielo", relata Joaquín Rodríguez de "Asturfenix". A su paso otras doscientas motos se unen al grupo. Escoltados por la Policía Local de Gijón recorren el camino hasta el tanatorio de Cabueñes. En la calle sólo se oyen los rugidos de sus motores.

Al llamamiento de "Asturfenix" han acudido motoristas y grupos de Sevilla, Pamplona, Cantabria y Vizcaya. "Estamos sorprendidos por la cantidad de gente que se ha unido a nuestra iniciativa. 'Chinorris' era una persona muy abierta, muy entrañable y muy playu", recuerda el secretario de "Asturfenix". "Ahora sólo esperamos que accidentes como éste no se repitan".