Un tribunal de Kenia confirmó esta semana la condena a muerte para un hombre por robar unas chanclas, unos zapatos y un reloj a un niño. El condenado, Samuel Ndungu, fue sentenciado en 2011 a siete años de cárcel por robo con violencia, tras lo que apeló la decisión. La corte de apelación, formada por tres magistrados, elevó la condena a pena de muerte, al estar demostrado que fue culpable de robo con violencia.