Una niña de 13 años ingresó el pasado viernes por la tarde en el Hospital Severo Ochoa de Leganés en estado muy grave a consecuencia de un coma etílico. La menor, que ya se encuentra fuera de peligro, se desplomó al suelo tras ingerir grandes cantidades de alcohol. Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, la chica hospitalizada y sus amigos salieron de "botellón" a las seis de la tarde con una botella de vodka y otra de ron. Su caso recuerda al del pasado día 1 de noviembre cuando otra niña de 12 años falleció tras participar en un "botellón" en San Martín de la Vega. Los expertos advierten de que el alcohol daña más el cerebro adolescente que el adulto y piden más controles en las zonas de fiesta.

Pese a la normativa que prohíbe en Asturias consumir y vender cubatas a niños menores de 18 años, en un reportaje publicado el domingo en la edición de Oviedo de LA NUEVA ESPAÑA queda demostrado que los niños, si quieren, pueden tener acceso fácil al alcohol. La menor, ingresada en Leganés, se emborrachó hasta caer al suelo. Fue entonces cuando sus amigas pararon un coche y la conductora la trasladó al Hospital Severo Ochoa, donde fue atendida en primera instancia. Después, en torno a las 21.00 horas, fue evacuada al Hospital Clínico de la capital y ayer estaba ya fuera de peligro.

La Policía ha abierto una investigación para averiguar cómo pudo acceder a las bebidas alcohólicas a pesar de ser menor de edad. Según un reciente estudio de la Consejería de Sanidad del Principado, las chicas adolescentes ya beben más que los varones, y lo hacen de forma preocupante desde los 14 años. Además, en los últimos años se ha puesto de moda el denominado "binge drinking", es decir, beber seis o más cubatas en un periodo de tiempo menor a las dos horas.