La Guardia Civil detuvo en Vícar (Almería) a una pareja de hombres y en Cádiz a una mujer que actuó como vientre de alquiler y les habría vendido por 10.000 euros a su recién nacida de tres días, después de haber sido sometida a una inseminación artificial en una clínica de Málaga. Los agentes se habían entrevistado con los servicios sociales municipales, que les informaron de que en una visita reciente la mujer había manifestado que su bebé había nacido muerto y que ella había donado el cuerpo a la ciencia. Presuntamente, la mujer se habría sometido a una inseminación artificial conyugal en una clínica de Málaga para ceder el bebé tras el alumbramiento. Un juez de Arcos de la Frontera (Cádiz) ha suspendido la patria potestad de la mujer.