Tenía la máxima confianza de los dueños de la casa en la que trabajaba como asistenta, pero al final les ha traicionado de la manera más flagrante. Una ovetense de 37 años ha terminado en Comisaría después de que se descubriese que había estado sisando joyas, prendas de ropa y hasta pequeños electrodomésticos de la casa en la que trabajaba. Y todo ello desde hace más de dos años. Tras ser arrestada, ha quedado en libertad, pero con cargos y pronto será enjuiciada por un delito continuado de hurto.

La mujer no dormía en la vivienda y se iba todos los días a su casa. Pero en el bolso se llevaba algo más que la paga. Los dueños de la casa, de mediana edad, notaban de vez en cuando que les faltaba alguna cosa, pero no se les pasaba por la cabeza que fuese la criada la que estaba dando buena cuenta de las joyas de la familia.

Al final, cayeron en la cuenta de que faltaban un montón de cosas, y decidieron poner los hechos en conocimiento de la Policía. De la investigación se encargaron agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Asturias. Los policías comenzaron a rastrear los movimientos de la mujer y lo que encontraron no fue precisamente ejemplar.

Tres años robando

Y es que descubrieron que la mujer había estado vendiendo joyas en casas especializadas. Hasta 36 ventas lograron documentar, la primera de ellas en enero de 2014, hace casi tres años. Los agentes calculan que, con esas ventas, la mujer pudo hacerse con una nada desdeñable cantidad de dinero, más de 35.000 euros. Pero había más sorpresas. La casa de la mujer se reveló como un auténtico almacén de objetos robados. Hasta veinte prendas de ropa encontraron en sus armarios, y también diez bandejas de plata, que han sido devueltas a sus legítimos propietarios. Tras prestar declaración, la mujer quedó en libertad a la espera del correspondiente juicio.