La sección tercera de la Audiencia Provincial celebra esta mañana en Oviedo un juicio contra un vigilante de seguridad de los Juzgados de Gijón (y luego de Langreo, aunque ahora está baja) que apuñaló con un destornillador a su mujer, también guarda de seguridad, cuando ésta cumplía su cometido en la residencia de Perlora (Carreño), sobre las ocho de la tarde del 15 de agosto de 2014. El acusado, según el ministerio público, causó cuatro heridas en el abdomen a la mujer, que se salvó porque llevaba una faja metálica. El fiscal considera los hechos como un delito de malos tratos, por los que pide un año de cárcel, pero la acusación particular solicita cinco. El sindicato USIPA organiza a partir de las ocho de la mañana una concentración ante los Juzgados para protestar por el apoyo que dieron los sindicatos CC OO y UGT al acusado, que era delegado del primero.