El Juzgado de lo Penal 6 de Alicante ha acordado mantener en prisión provisional al acusado que fue grabado por una cámara de seguridad propinando una brutal paliza a su pareja, como medida para proteger a ésta.

Aunque aún no se ha dictado sentencia por estos hechos, que fueron juzgados el pasado viernes, la magistrada de refuerzo Teresa Gómez considera que el acusado, de 22 años y nacionalidad ucraniana, podría atentar contra la vida o la integridad física de la víctima si queda en libertad.

El auto, que ha sido facilitado esta tarde por el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), se basa en la "actitud agresiva y violenta" que ha exhibido el presunto maltratador hacia la víctima de la agresión, una ciudadana húngara de 38 años que rechazó denunciarle y tampoco quiso testificar contra él en la vista oral.

"La forma de producción de los hechos evidencia una conducta peligrosa del mismo y un alto riesgo para la perjudicada, cuya integridad no queda garantizada con una simple orden de alejamiento. Pese a que el acusado carece de antecedentes penales, debe primar la necesidad de proteger la integridad de la víctima", asegura la juez.

El auto confirma la medida de prisión provisional adoptada el pasado 25 de noviembre por una juez especializada en violencia machista porque las circunstancias no han variado desde entonces.

Además, la juez cree que existe cierto riesgo de fuga, ya que la madre del acusado tenía la intención de enviarle dinero para que se fuera al extranjero a trabajar en la recogida de tomates, según contó la agredida a un guardia civil.

La agresión fue grabada por cámaras de seguridad

Los hechos ocurrieron el pasado 20 de noviembre, cuando la mujer llegó al portal de su edificio, en Sant Joan d'Alacant y fue recibida presuntamente por su pareja a golpes.

El sospechoso le propinó varios puñetazos, incluso después de derribarla, cuando se hallaba aturdida en el suelo, luego salió a la calle para comprobar que nadie le había visto y regresó al zaguán del edificio para continuar con la paliza, tal y como muestran las imágenes grabadas.

La agresión se prolongó durante cinco minutos, tiempo en el que el acusado llegó a arrastrar a la perjudicada por los pelos en la escalera y la introdujo en el ascensor.

La Guardia Civil detuvo tres días después al sospechoso gracias al vídeo que le facilitaron los vecinos, quienes habían instalado las cámaras de seguridad en el portal tras sufrir algunos robos.

Durante el juicio celebrado el pasado viernes, tanto la perjudicada como su presunto agresor se acogieron a su derecho a guardar silencio.

Sin embargo, el acusado sí hizo un alegato final en el que dijo estar arrepentido y adujo que había actuado de esa manera tras sufrir "un arrebato de celos".

La fiscalía modificó su escrito de acusación inicial y elevó de nueve meses a dos años y tres meses de cárcel su petición de pena para el procesado.

Por su parte, el letrado defensor se quejó del "trato" recibido por su cliente y dijo que éste estaba dispuesto a conformarse con los nueve meses de condena planteados inicialmente por el ministerio público.