Iba drogada, no tenía carné de conducir, circulaba con un coche de lujo descapotable a 170 kilómetros por hora, cambiando constantemente de carril y provocó un accidente en el que murieron tres personas. Ayer, la joven de 22 años y nacionalidad búlgara compareció en juicio, entre los reproches de los familiares de las víctimas y pactó cuatro años de cárcel y una indemnización, ya pagada, de 700.000 euros.

Fue en Palma de Mallorca y difícilmente se pueden atesorar más agravantes. El accidente tuvo lugar en abril en Portals (Mallorca). Uno de los muertos fue un motorista de 41 años, padre de dos niños, al que I. E. Y. arrolló al dar un súbito volantazo. Las otras dos víctimas mortales eran el novio de la condenada y un amigo de la pareja, de 24 y 25 años, respectivamente. En el coche viajaba otro amigo que sufrió heridas graves. A la joven se le priva del derecho a sacar el permiso de conducir por un periodo de seis años.

"Lo siento", dijo al concluir el juicio la condenada, protegida en la sala de vistas por seis policías, a lo que uno de los parientes ha replicado: "Los cuatro años van a ser un regalo para ti". La joven, que lleva desde abril en la cárcel, admitió los delitos contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos de estupefacientes y de conducción temeraria en concurso con tres delitos de homicidio imprudente.

Los investigadores del caso comprobaron que la joven había consumido éxtasis, marihuana, cocaína y ansiolíticos.

A la entrada a la sala de vistas la Policía ha hecho un cordón para evitar que familiares de los fallecidos se aproximaran a la acusada, que ha tenido que escuchar agrios reproches. También al finalizar el juicio, cuando dentro de la sala un pariente de un fallecido no pudo contener la rabia y la amenazó.