La Unión de Guardias Civiles de Asturias (UniónGC-Asturias) achacó el incremento de los robos en la zona rural en Asturias al escaso número de agentes y a su dispersión en pequeños acuartelamientos. El colectivo, asociación mayoritaria en el Principado en el seno del Instituto Armado, aboga por incrementar los efectivos, así como por cerrar los cuarteles más pequeños y concentrar a los agentes en unidades de mayor envergadura, pues a su juicio aumentaría la operatividad.

La Unión de Guardia Civiles asegura que comparte la preocupación vecinal por el incremento de los robos en las áreas rurales. "Lamentablemente, el tiempo no hace más que dar la razón a esta asociación profesional, pues hace ya más de diez años que venimos proponiendo medidas que aumenten la eficacia de la Guardia Civil en su trabajo diario y mitiguen en cierta medida la escasez de efectivos que padece el cuerpo desde hace más de seis años, en los que año a año se ha rebajado el número de efectivos hasta llegar a la situación actual". Una situación que el colectivo califica como "desesperante".

UniónGC-Asturias destaca que a mediados de diciembre vecinos de Posada de Llanes se concentraron frente al Ayuntamiento llanisco en protesta por la oleada de robos registrada en la zona, que generaron una gran alarma social. La asociación tilda de "desolador" el panorama, que a su juicio está generando una quiebra en la confianza del ciudadano hacia el servicio que presta la Guardia Civil. El colectivo rechaza las afirmaciones de un alto mando del cuerpo en el sentido de que un cuartel, "aunque esté cerrado, da sensación de seguridad". Frente a ello, reclama "acciones destinadas al bienestar y seguridad del ciudadano".

UniónGC-Asturias demanda para solventar este problema una reestructuración del despliegue de la Guardia Civil en Asturias, lo que implicaría "la supresión de una parte de las unidades actualmente existentes, concentrando las plantillas en unidades de mayor envergadura, abiertas al público las 24 horas del día y con servicio permanente de patrullas en la calle, lo que a día de hoy es imposible dado el escaso número de efectivos y los numerosos cuarteles existentes en la región, sesenta y ocho".

Críticas de alcaldes

Esta propuesta ha recibido críticas tanto de mandos de la Guardia Civil como de alcaldes "que no quieren ver cómo se cierra el cuartel en su zona, a pesar de que a día de hoy permanezca cerrado una media de 16 horas diarias en el mejor de los casos y sin prestar servicio alguno a sus ciudadanos", en lo que el colectivo considera "un ejercicio de venta de imagen". La Unión de Guardias Civiles afirma que en la actualidad hay en Asturias unos 200 agentes menos que hace siete años, por lo que considera "una falacia" las afirmaciones de algunos mandos de que las plantillas están completas.

"La prácticamente inexistente tasa de reposición en esos años nos ha llevado a la situación actual, en la que la presencia de guardias civiles en tareas de vigilancia de la seguridad ciudadana es a todas luces insuficiente", señala el colectivo.

Esta situación, según indica la asociación, hace "más necesaria que nunca" la puesta en marcha de su plan de reestructuración del despliegue de la Guardia Civil en la región. "Con la aplicación de este plan se ganan efectivos de la Guardia Civil en las tareas de seguridad ciudadana, tan necesaria para la prevención y esclarecimiento de delitos de cualquier índole", añade el colectivo.