Susto el que se llevaron en la medianoche del sábado en Villayón al declararse un incendio entre los núcleos de El Sellón y Masenga que obligó al consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, a activar el plan de emergencias de Protección Civil por incendios forestales en el Principado de Asturias (Infopa) en nivel 0. La alerta estuvo vigente hasta las nueve y media de la mañana de ayer, si bien las llamas se lograron controlar ya hacia las tres y media de la madrugada con la intervención de los bomberos del Servicio de Emergencias (SEPA) de los parques de Castropol y Valdés. También ayudaron dos cooperativas forestales.

En un principio, como informó el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), la Guardia Civil iba a desalojar a los residentes en viviendas de El Sellón ante la posibilidad de que el fuego alcanzase el área habitada. Pero finalmente no fue necesario, tal y como se informó posteriormente.

El fuego hizo pensar lo peor a los vecinos de Villayón. Y es que muchos tienen en mente lo sucedido hace poco más de un año, en los últimos días de 2015, cuando las llamas destruyeron una gran superficie de territorio del Noroccidente. Desde entonces ha reinado la calma, pero las condiciones meteorológicas de este invierno -muy parecidas a las del pasado, aunque quizás con más humedad- tienen en alerta a muchos. En 2015, en la segunda quincena de diciembre, se registraron en total 364 focos en 57 concejos asturianos que arrasaron 15.000 hectáreas. Una lengua de fuego de más de diez kilómetros, entre Brañalibrel (Boal) y Viavélez (El Franco), destruyó 2.500 hectáreas de terreno.