"Me siento sola (...) No quiero hacer sufrir a nadie de mi familia (...) Si queréis verme, tendréis que visitar mi tumba". Con estas sobrecogedoras frases se despidió Lucía, la niña murciana de 13 años que se ahorcó en su habitación el pasado martes, hundida por los insultos que recibía de sus compañeros de clase. La carta fue encontrada en el Instituto Cascales, de Murcia capital, por una limpiadora dieciséis días antes de que la menor se suicidase. "Gorda, fea, das asco", le decían a la menor mientras la zarandeaban en el autobús cuando iba al Instituto Ingeniero de la Cierva. Un día la niña contó el calvario que sufría. Dos de los menores que la acosaban fueron expulsados, pero la jefa de estudios dijo a los padres que no podía hacer más. En Educación tampoco les dieron salida. Amenazaron a la Consejería y el pasado mayo la cambiaron de instituto, pero ya era tarde.