El director del colegio del Opus Dei de Lejona -el Gaztelueta- mostró ayer la total disposición del centro a colaborar con la Justicia para aclarar los presuntos abusos sexuales de los que ha sido acusado un profesor del centro. La Iglesia había archivado la causa tras abrir una investigación ordenada por el propio Papa Francisco, pero los padres del entonces menor y alumno del colegio decidieron llevarla a los tribunales, que acaban de dictaminar la apertura de procedimiento judicial por un presunto delito continuado de abusos.

"Deseo ardientemente que se aclare todo cuanto antes. Es muy importante que haya juicio, y seguiremos colaborando totalmente con la Justicia como hemos hecho hasta ahora", afirmó ayer por la noche a este periódico el director del centro, Imanol Goyarrola.

Los supuestos abusos se habrían cometido entre los años 2008 y 2010, cuando el entonces menor cursaba en dicho centro primero y segundo de Secundaria. La familia tuvo conocimiento de lo que ocurría en 2011 y lo denunció, pero la Fiscalía archivó la investigación en un primer momento por el estado anímico del chico, pese a que existían "visos de realidad".

Los padres recurrieron entonces al Papa Francisco, que ordenó abrir una investigación que la Congregación para la Doctrina de la Fe archivó el caso en 2015 porque no encontró pruebas.

La familia decidió entonces recurrir a la justicia ordinaria, una vez que su hijo ya era mayor de edad. Los abogados gijoneses Leticia de la Hoz y Luis Manuel Fernández representan a la familia y han conseguido que los tribunales sienten en el banquillo al profesor, al que se le ha impuesto una fianza de 40.000 euros. En caso de ser condenado por el delito del que se le acusa, la pena podría superar los seis años de cárcel.