La Policía Nacional ha concluido que Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la Caja del Mediterráneo (CAM), fue quien la mató. Y pese a no existir pruebas de cargo, como el arma o residuos de los disparos, ha aportado al Juzgado hasta veintitrés indicios que, a su juicio, desvirtúan la presunción de inocencia del acusado. Señala la Policía en un informe incluido en el sumario que "no valorar como base de imputación la prueba indiciaria conduciría en ocasiones a la impunidad de ciertos delitos cometidos con astucia, caso precisamente en el que nos encontramos". Mientras la defensa de Miguel López considera que no está probada la participación, la Policía señala que el crimen sólo puede ser entendido de forma racional y lógica con la participación directa del yerno.

Según las investigaciones, la víctima, una mujer de 72 años que como en otras muchas ocasiones había ido al establecimiento de automoción que regenta su yerno a recoger su coche, pudo ver la cara de su asesino.

Pese la escasa distancia a la que se efectuaron los disparos, María del Carmen no sólo no murió en el acto sino que incluso, hasta donde pudo, intentó defenderse. Así lo atestigua la herida que presentaba en su muñeca izquierda, una lesión provocada por uno de los dos proyectiles que al final acabaron impactando en su cabeza y del que ella intentó zafarse sin éxito. Los informes forenses incorporados al sumario recogen cómo María del Carmen, mortalmente herida, aún tuvo fuerzas para salir del coche y permanecer apoyada en él. La mujer tardó unos veinte minutos en morir desde que recibió los balazos.

Según los investigadores, el yerno tiene un claro motivo para matar. La tensión familiar era insostenible, especialmente para él, y su negocio podía estar en peligro dado el giro tomado en cuanto al poder de decisión dentro de las empresas que había provocado María del Carmen Martínez con sus últimas decisiones. La lucha por el dinero y el poder queda fuera de toda duda, como atestiguan los acontecimientos en las juntas aportadas.

Además, Miguel López niega problemas familiares cuando los mismos eran evidentes y graves, hasta el punto de encontrarse la familia dividida en dos bandos y proferirse amenazas a la abuela por parte de algunos de los nietos. Concretamente, sus hijos son los que se muestran más beligerantes con María del Carmen. Uno de ellos llegó a escribir en las redes sociales: "Maldita zorra, más falsa que tus putos bolsos", refiriéndose a su propia abuela.