Un preso de la cárcel de Asturias, Moisés D. L., de 41 años, fue hallado muerto en su celda del módulo 6 a las ocho de la mañana de ayer, durante el primer recuento de la jornada. El hombre, que dejó una nota, pudo tomar voluntariamente una sobredosis de medicamentos. El recluso, con una larga trayectoria de consumo de drogas y alcohol, estaba a tratamiento psiquiátrico.

Moisés D. L. entró en la cárcel el pasado mes de septiembre para cumplir un año de prisión por delitos menores. Ingresó inicialmente en la enfermería de la prisión, pero en diciembre fue trasladado a uno de los módulos de respeto. Su historial de ingresos se remonta al año 2003. Este nuevo fallecimiento, previsiblemente un suicidio, se suma a otras muertes registradas en los últimos tiempos en la prisión. Funcionarios del centro ligaron esta nueva muerte al escaso control que se realiza sobre las sustancias en prisión, incluida la medicación que reciben los presos. Instituciones Penitenciarias subraya que ese control existe, e indica que no se registraba un fallecimiento desde el pasado mes de mayo. De hecho, 2016, indicaron las mismas fuentes, fue el año con menos muertos desde la apertura de la cárcel en 1993.

Por otro lado, el diputado socialista Antonio Trevín presentará hoy, jueves, en la Comisión de Interior del Congreso una proposición no de ley (PNL) en la que reclama al Gobierno de España medidas urgentes para la unidad terapéutica educativa (UTE) de la cárcel. El diputado por Asturias planteará la sustitución "con carácter inmediato, del director del centro penitenciario". Además, exigirá que se apliquen las recomendaciones del Defensor del Pueblo de volver al modelo originario de las UTE. Desde diferentes frentes se ha denunciado el desmantelamiento del modelo, algo que Instituciones Penitenciarias niega de forma tajante.