La Fiscalía de Cuenca solicita 48 años de prisión para Sergio Morate por los asesinatos de su expareja, Marina Okarinska, y la amiga de ésta Laura del Hoyo en agosto de 2015. El escrito de acusación del Ministerio Público pide para el único imputado por los dos delitos 23 años por la muerte de Laura y 25 por la de Marina al aplicarle a ésta la agravante de parentesco además de la violencia de género. En el asesinato de Laura concurre además, entiende el fiscal, el abuso de superioridad. La reclamación se completa con una indemnización de más de 500.000 euros para las familias de las fallecidas. Morate, que lleva más de un año en prisión preventiva, será juzgado por un jurado en la Audiencia Provincial de Cuenca posiblemente este verano.

Las dos chicas desaparecieron el 6 de agosto de 2015 cuando fueron a buscar a casa de Morate, en una urbanización de la capital conquense, algunas pertenencias de Marina. Sus cuerpos fueron encontrados el 12 de ese mismo mes en las pozas del río Huécar, en Palomera (Cuenca), semienterradas en cal viva, y Morate detenido un día después en Rumanía. El presunto asesino está en prisión comunicada y sin fianza en el centro penitenciario Madrid VII, de Extremera, desde su extradición, a principios de septiembre de ese mismo año.

El fiscal jefe superior de Castilla-La Mancha, José Martínez Jiménez, entiende probado que las muertes de las chicas ocurrieron en el domicilio del acusado, en un espacio temporal muy reducido, primero y "por sorpresa" la expareja del acusado y a continuación Laura. El Ministerio Público también da por cierto que Sergio Morate, que ya había sido condenado por sentencia firme en 2008 por un delito de detención ilegal y amenazas en el seno de la violencia de género, no asumió que Marina pusiese fin a la relación y se gestó desde entonces la idea de poner fin a su vida.