El cuerpo de Marta del Castillo no está en el Guadalquivir. El cadáver fue enterrado en La Algaba (Sevilla) por el hermanastro de Miguel Carcaño, el único acusado y condenado a 21 años de prisión por el crimen. El padre de la joven, Antonio del Castillo, se entrevistó ayer por primera vez con el supuesto asesino de su hija en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real). Según dijo, el joven le aseveró que los restos de la menor "no están en el río" y que si no estaban en La Algaba fue porque su hermanastro, Francisco Javier Delgado, lo trasladó.

Esta versión es la misma que Carcaño dio una de las últimas veces que declaró ante al juez, aunque la búsqueda de estos restos mortales en la finca de Majaloba, en La Algaba, también resultó infructuosa. "Para él, su hermano la ha tenido que cambiar de sitio; son palabras textuales de Miguel Carcaño", afirmó Antonio del Castillo tras el encuentro.

Según su relato, Miguel Carcaño le aseguró que el cadáver de Marta no está en el Guadalquivir, donde infructuosamente lo buscó la semana pasada un equipo de los GEO de la Policía Nacional, y que fue trasladado por su hermanastro a la finca "La Majaloba".

"Me dice que su hermano se hizo cargo de todo, que él se quedó paralizado y que el hermano fue a por el coche de la exmujer, Rosa, y le cogió la silla para montarla en el vehículo y que su hermano fue a tiro hecho", explicó Del Castillo.

También indicó que le dijo a Carcaño que a causa de sus mentiras, el juez no se creía su última declaración. "Se encogió de hombros y me dijo que él siempre siguió las indicaciones de su hermano en sus declaraciones ante la policía".

Carcaño no mostró ningún arrepentimiento frente a Antonio del Castillo, quien se adelantó a darle la mano "respetuosamente, porque es mi manera de presentarme", afirmó. "Lo vi con la cabeza gacha, la voz entrecortada y demacrado".

Aunque rehusó pronunciarse sobre si se cree el relato de Carcaño, Del Castillo se extrañó de que el hermanastro del asesino de su hija se arriesgue a vivir "toda su vida en manos de alguien que te puede delatar". "Le achaco que a causa de sus mentiras el juez no lo creyó, y su hermano está libre y él se va a comer veintiún años en prisión; se encogió de hombros, como asintiendo, que yo tenía razón y pienso que se arrepiente de tantas mentiras".