"Decía que había estado en la guerrilla colombiana y mexicana, y en Cuba, pero yo no tengo pruebas. La verdad es que es muy mentiroso, de lo que dice a lo que es...", aseguró ayer, por videoconferencia, la exmujer de Miguel Ángel Muñoz Blas, el presunto asesino de la peregrina Denise Pikka Thiem, en el juicio que se sigue en la Audiencia leonesa. María José Pintos, que tuvo en 2013 una hija con el acusado, aseguró que Muñoz no quiso reconocer a la niña al principio, y que cuando sí quiso fue ella la que se negó. Un día después del crimen, 6 de abril de 2015, el hombre la llamó por teléfono y estuvieron hablando 45 minutos, algo insólito, porque "llamaba tres veces al año". Los investigadores creen que Muñoz trataba de desahogarse, algo típico de quienes han cometido un crimen horrendo. Pintos admitió que Muñoz era violento: "Enseguida se pone a dar voces y a gritar".

También declaró el padre del acusado, Juan José Muñoz, quien aseguró que su hijo tiende a fabular, como cuando denunció a su madrastra -natural de Colombia- por una agresión. El padre aseguró que el 20 de abril de 2015, quince días después de la desaparición de la peregrina, fue a verle a Castrillo, y su hijo le dijo que estaba preocupado. "Me lo van a colgar a mí", dijo al parecer a su padre, al que también informó de que le habían acusado de atacar a una peregrina alemana, Josefine Elisa Fischer, que declarará por videoconferencia el viernes de la semana que viene.

De su hijo, Juan José Muñoz admitió que tenía mal carácter, pero no había nada que temer. "Tiene un pronto muy fuerte, pero no es nadie cuando está solo, es muy cobarde para haber hecho algo así él solo", sentenció. El padre negó haber dicho a la Policía que su hijo estuviese en grupos revolucionarios. "En Colombia ha estado siempre con mi cuñado, sin contacto con la guerrilla. En Cuba, México o Rumanía ha estado una semana como mucho", indicó. Eso sí, estuvo viviendo en casas ocupas junto con su pareja. "Venía, dormía una semana en mi casa y luego volvía a desaparecer", dijo este hombre, que crió solo a Miguel Ángel tras morir su madre cuando éste tenía 3 años. El acusado tiene un hermano, discapacitado tras un accidente de tráfico, y una hermana.

Otro testigo de ayer, Esteban José Salvadores, presidente de la junta vecinal de Castrillo de los Polvazares, aseguró que cuando Muñoz llegó al pueblo le ayudaron a instalarse y se admiraron de que lograse cavar él solo una fosa séptica de dos metros de profundidad. Todo iba bien hasta que su mujer le dijo que no se iba a vivir con él. Empezó a discutir con los vecinos. "Decía que estaba harto de que la gente fuese por allí. Cuando iban hombres montaba el zipizape. Con las mujeres tenía otra actitud, era como si marcase el territorio", aseguró.

Empezó a hacer cosas raras. Salvadores cree que fue Muñoz quien preparó varios apostaderos para esconderse junto al Camino de Santiago. "Blanco y en botella...", aseguró. También le vio acosar a un par de peregrinas. "Iba caminando a la par que ellas, hablándoles. Ellas parecía que trataban de escapar", dijo. También sospechaban que quitaba las señalizaciones del coto de caza porque estaba en contra de esa actividad, y cambiaba los indicativos del Camino para desviar a los peregrinos hacia su finca. Los vecinos se quejaban además de que les robaba las legumbres; al parecer, las vendía a un restaurante, pero no pusieron los hechos en conocimiento de las autoridades. Hoy declarará por videoconferencia, desde Arizona, el hermano de Denise Pikka Thiem.