El Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés ha condenado a un año, once meses y quince días de prisión para A. V. A., el joven castropolense de 21 años que en diciembre de 2014 chocó contra el ciclomotor de un vecino de Barres, de 82 años, que circulaba por la carretera AS-31 a la altura de Figueras y que perdió la vida.

El suceso se registró a las 8 de la mañana del 7 de diciembre de 2014 cuando A. V. A. regresaba a casa tras una noche de fiesta en Ribadeo (Lugo) y colisionó contra el motorista, que iba a comprar el pan. El conductor, que entonces tenía 19 años, huyó sin socorrer al herido y tras recoger partes del vehículo de la calzada. Cuando fue localizado dio positivo en alcohol (0,40 miligramos por litro de aire espirado).

El juez condena al joven por dos delitos, contra la seguridad vial en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave y otro segundo de omisión del deber de socorro. El juez aplica en ambos casos tres atenuantes, la reparación del daño causado, el arrepentimiento y la petición de perdón. Se le condena a un año y ocho meses por el primer delito y a tres meses y quince días por el segundo. Además, se le priva del permiso por dos años y medio.

Además, el juez absuelve a los dos amigos del joven -los hermanos C. S. G. y M. S. G.- de encubrimiento y omisión del deber de socorro por los que fueron acusados al ayudar supuestamente al conductor del vehículo a alejar el coche del lugar del accidente. "La sentencia le salió muy barata al acusado por lo que hizo", reflexionó el abogado de la acusación particular, Juan Antonio Cruz Rodríguez, que pedía para el joven una pena de 9 años y medio de cárcel. No descarta recurrir el fallo.

El defensor, Miguel Suárez, precisó que sienten el fallecimiento del motorista, al tiempo que reiteró que su principal preocupación "fue reparar el daño y pedir perdón". Desde el punto de vista jurídico, está conforme con que el juez haya acogido parte de sus alegaciones, lo que rebajó la pena.

Buena parte del juicio se centró en discernir si fue el automovilista quien invadió el carril por donde circulaba la moto como atestiguaba el informe de la Guardia Civil de Tráfico, o si, por el contrario, el choque fue en el centro de la calzada como sostuvo la defensa. "A pesar de que la defensa presentó un perito independiente que quiso desvirtuar cómo ocurrió el accidente, el juez recoge como válido y certero el informe de la Guardia Civil", indicó la acusación particular.