Miguel Ángel Muñoz Blas mató a la peregrina Denise Pikka Thiem por sexo, no para robarla. Es al menos la conclusión a la que llega un informe psicológico elaborado por la Policía Científica que fue presentado ayer en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de León, que está previsto que finalice la semana que viene. El informe descarta que el móvil del crimen fuese crematístico. Por otro lado, los funcionarios que elaboraron el informe entomológico del cadáver, que también declararon ayer, sostienen que éste pudo ser preservado en algún lugar antes de ser enterrado.

El inspector de la Policía Nacional que elaboró el informe explicó ante el tribunal que los investigadores consideran que la motivación económica no provocó la agresión debido a que se habían registrado incidentes previos con otras peregrinas con características similares a Denise Pikka Thiem. Descartado el robo, el móvil del crimen sería de carácter sexual. El citado informe psicológico se hizo durante la reconstrucción de los hechos, cuando el acusado ofreció un relato plagado de detalles "pertinentes y coherentes". "Se expresó de forma realista y creíble y en todo momento se mostró honesto y sincero", recalcó el perito.

No obstante, se suscitaron dudas cuando cuando relató la forma en la que había matado a la peregrina, una actitud que según los expertos denota que ocultó elementos relevantes para el caso. El perito también explicó que, durante la reconstrucción del crimen, el acusado tuvo especial interés en aclarar que no había violado a la peregrina sin que nadie se lo preguntase. "Miguel Ángel se mostró aliviado tras confesar el crimen, buscando permanentemente con la mirada la atención de los que le acompañaban", aseguró. Añadió que la confesión pudo deberse al "cansancio" del acusado, a la presión. En un momento dado, Miguel Ángel Muñoz Blas mostró "abatimiento, con una conducta que reflejaba un importante impacto emocional".

Además, la conducta del acusado durante la reconstrucción del crimen no reflejó ningún déficit intelectual, más bien al contrario. "Entendía la situación en la que estaba y perfectamente pudo elegir qué parte del relato decía de una forma o de otra", indicó el perito.

En la jornada de ayer también declararon funcionarios del Museo de Ciencias Naturales que fueron los responsables del informe entomológico. Explicaron que la falta de insectos colonizadores primarios (que aparecen cuando el cuerpo está fresco) en los restos de la peregrina evidencia que el cuerpo estuvo protegido. Para ellos, no fue posible que fuese enterrada directamente en la tierra, como relató el acusado, y que tuvo que estar ante escondida en algún lugar durante un tiempo.

Muñoz Blas inicialmente reconoció que había matado a la peregrina ante la jueza de Astorga (León), instructora del caso, pero posteriormente cambió su versión y ahora afirma que se lo inventó al sentirse presionado por la Policía cuando fue detenido el 11 de septiembre de 2015 en Grandas de Salime (Asturias).