Descuartizó el cadáver de su propia madre en varios trozos con un serrucho y se deshizo de los restos poco a poco a lo largo de varias semanas. Joan Carles L. M. ha mantenido oculto el crimen seis años, hasta que fue detenido la semana pasada en Valencia. Además, vació las cuentas de la fallecida en los meses posteriores a su muerte, que los investigadores sitúan en abril de 2011.