El cadáver de una joven hallado en un bosque en Francia hizo saltar las alertas en la Guardia Civil ante la posibilidad de que fuera Diana Quer, desaparecida el pasado 22 de agosto en A Pobra Do Caramiñal (A Coruña). El peso y la edad concordaban, así como un tatuaje en el costado. La víctima tenía la cara desfigurada y presentaba 26 puñaladas. La Guardia Civil comprobó que no se trataba de Diana.