Un joven se fue de una joyería de Grado con varias piezas tras fingir ser un cliente interesado en realizar compras. Todo ocurrió en la tarde del jueves. El caco entró en el establecimiento y pidió, según conocedores del caso, ver algunas cadenas. Cuando la dueña se las enseñó aprovechó el despiste de ésta para irse con el expositor a toda velocidad. La joyería estuvo ayer cerrada. El modus operandi ha sido utilizado en otros lugares de Asturias, como la Pola, donde varios comerciantes han denunciado que los ladrones se hacen pasar por clientes y aprovechan el despiste del propietario para efectuar el robo.