Consternación en Cangas de Onís por la repentina e inesperada muerte de su vecino M. P. F., de 80 años, que fue hallado muerto esta tarde, sobre las tres y media, junto al río Sella.

El hombre se encontraba paseando por la ciudad. Al parecer, según allegados, se acercó hasta el río a la altura del jardín botánico. Todo indica que se sintió indispuesto, pues cayó fulminado a la orilla del Sella.

Fue otro vecino de Cangas de Onís quien descubrió al octogenario tendido en el suelo y rápidamente dio el aviso a la Policía Local. Los agentes se desplazaron a la zona para hacerse cargo de la situación. Lo ocurrido provocó un gran revuelo en la zona.