Un bebé de 7 meses natural de Beveren (Bélgica) falleció después de que sus padres le impusieran una dieta sin gluten. Los progenitores, dueños de una tienda de comida natural, insistieron en alimentar al bebé con leche de quinoa tras autodiagnosticar a su hijo como intolerante al gluten y alérgico a la lactosa. La autopsia determinó que el estómago del pequeño estaba vacío.