Miguel Ángel C. C., el ovetense de 58 años que llamó o mandó mensajes un total de 3.826 veces en tres meses a una comerciante cubriéndola insultos, ha sido condenado por el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo a ocho meses de prisión, así como al pago de 12.000 euros a la víctima, más los gastos sanitarios que precisó, debido al estado de angustia en que la sumió. Tampoco podrá acercarse a menos de 200 metros de la víctima durante dos años. "Solo espero que no le pase a nadie más, me destrozó la vida", indicó ayer la mujer, asesorada por el letrado José Quindós Alba.

El juez considera probado que Miguel Ángel C. C. contrató una tarjeta prepago a nombre de un ecuatoriano ficticio, Esteban Ramírez, para llamar a la víctima y "perturbar su estado de ánimo, alterar la tranquilidad, la paz y el sosiego de su vida". En los mensajes, en los que se autodenominaba muy acertadamente como "Acosador", llegó a lanzarle 31 indultos: "Vaca gorda, loca fullera; vaca lechera, culo gordo, se comenta que te gustan las mujeres, zorra lenguatera lesviana (sic); tienes el coño muy estrecho, el palurdo de tu marido te monta a cuatro patas; te gusta que te toquen los pezones, eres una calienta pollas zorra", entre otras expresiones hirientes. Además "le envió 50 fotografías de contenido impúdico, ofensivo, con presentación abierta y cruda del sexo". El acusado tuvo el poco cuidado de referirse en un mensaje a las goteras que sufría la comerciante, poco después de enterarse a través de su mujer. La propia mujer del acusado dio pistas a la Policía de lo que estaba haciendo su marido. Muy gallardamente, el hombre trató de acusar a un empleado fallecido de la víctima.