Los guardias civiles del cuartel de Cabañaquinta acusados de espionaje han sido absueltos de todos los cargos. En el banquillo de los acusados se sentaron el sargento Cristian A. L. y el cabo Adrián O. S. Los hechos se remontan a enero de 2013, cuando el cabo Adrián se quedó al frente del destacamento. El guardia Plácido H. L. cubrió una orden de servicios exagerando las horas. Cuando el sargento Cristian se incorporó observó "una modificación extraña en la papeleta" y pidió al cabo Adrián que lo investigara. Ya con la evidencia de la irregularidad, llamó al guardia Plácido para que se explicase. Las escuchas se realizaron en el marco de la investigación interna para dilucidar el expediente.