El robo de unas bicicletas en los Picos de Europa ha permitido dar con el moscón Gabriel Rodríguez Cuervo, de 27 años, detenido en 2014 en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) en relación al ataque con artefactos explosivos incendiarios que se perpetró contra el Círculo de Empresarios de Galicia-Club Financiero de Vigo en septiembre de 2012, un atentado sin heridos reivindicado por Acción Directa Anticapitalista Internacionalista, un grupo anarquista de la órbita de Resistencia Gallega. El grupo fue desmantelado en 2014 ante el temor de que estuviese preparando un nuevo atentado. El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez le dejó en libertad, aunque con la obligación de presentarse semanalmente en el Juzgado, pero el moscón puso tierra de por medio. Hace unos días, el robo de unas bicicletas en la ruta de la Olla de San Vicente, en el concejo de Cangas de Onís, en pleno parque de los Picos de Europa, permitió a la Guardia Civil dar con él de la forma más rocambolesca. Al parecer, vivía en una de las cabañas de pastores de este paraje, una zona relativamente aislada. Ahora buscan a un segundo individuo que logró escapar en el momento del arresto.

El pasado martes, 30 de mayo, dos ciclistas estaban realizando esta ruta, relativamente llana, que atraviesa un bosque de gran belleza, y dejaron sus bicicletas junto a una de las cabañas, encadenadas la una a la otra. A la vuelta, encontraron, como suele decirse, el sitio, pero ni rastro de las bicis. Estuvieron indagando por las cabañas cuando les salió al paso un individuo de melena abundante y aspecto torvo, que les dijo que no las había visto. El individuo les dio mala espina y tras alejarse, llamaron a la Guardia Civil. Una patrulla se desplazó hasta la ruta y comenzó a rastrear las cabañas en busca de las bicicletas. En una de ellas encontró a dos individuos, incluido el de la melena abundante, y también las dos bicis robadas. Uno de ellos era el moscón Gabriel Rodríguez Cuervo, que no ofreció resistencia alguna a los agentes.

Entonces se produjo una situación de lo más chusca. El otro detenido, el de melenas y aspecto fiero, les pidió a los agentes que, antes de llevárselo, le dejasen aflojarse, porque "tenía una necesidad". Así lo hicieron los guardias, pero el sospechoso echó a correr de forma sorpresiva y se arrojó por un barranco, ante los atónitos ojos de los presentes. La caída fue de las que no se cuentan, pero el hombre se incorporó y continuó corriendo, fuera del alcance de los agentes. Aún lo siguen buscando.

Gabriel Rodríguez pasó a disposición del Juzgado de Cangas de Onís. En enero de 2014 fue detenido junto a María del Carmen Otero Martínez -única condenada, por conformidad- y Javier Omaña Casanova, arrestados estos dos en Vigo y Lugo, que también fueron puestos en libertad por Gómez Bermúdez con la obligación de presentarse en el Juzgado más cercano a su domicilio, la primera diariamente y el segundo una vez a la semana. A estos dos detenidos les cogieron con dos pistolas y un revólver, así como cartuchos. Los agentes se incautaron además de material informático y diversa documentación. La operación se enmarcaba en una campaña contra los grupos anarquistas que en aquella época estaban lanzando algunos ataques sonados, como la bomba que estalló en la catedral de la Almudena de Madrid. A Rodríguez Cuervo le constan diversas requisitorias de varios juzgados, entre ellos el de Grado.