El dramático incendio de una torre residencial del oeste de Londres en el que fallecieron el pasado miércoles al menos 30 personas ha puesto en alerta la seguridad y calidad de los revestimientos de fachadas, una actuación que se ha disparado en Asturias para que edificios antiguos ganen en eficiencia energética.

Aunque la investigación sobre las causas del espectacular y dramático incendio que devoró el enorme edificio londinense siguen abiertas, las autoridades investigan si el material del recubrimiento de la fachada, que se colocó hace aproximadamente un año, facilitó la propagación del fuego, haciendo que recorriese toda la fachada y convirtiendo el inmueble en un infierno mortal.

La empresa Omnis Exteriors, que fue la proveedora del compuesto de aluminio que se usó para rehabilitar el exterior del edificio londinense de 24 plantas, reconoció ayer que se instaló la "opción más barata" y utilizó un material llamado Reynobond PE, que es 2,3 euros más barato que otro del mismo fabricante y que es ignífugo.

El recubrimiento de fachadas se ha convertido en una reforma habitual en los edificios con cierta antigüedad de Asturias, después de que una normativa comunitaria obligase a mejorar la eficiencia energética de los inmuebles para reducir las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de combustibles fósiles en los sistemas de calefacción. El gobierno del Principado concede unas ayudas (que pueden alcanzar el 50 por ciento de la inversión que realiza la comunidad de vecinos) para mejoras de eficiencia energética de los edificios. Pero, ¿son totalmente seguros en caso de incendio? Empresas consultadas por LA NUEVA ESPAÑA discrepan sobre si la seguridad es la más adecuada.

"Se están utilizando sistemas como el SATE, que consiste en poiestireno expandido y eso arde como la yesca", aseguró un responsable de una empresa de recubrimientos de fachadas radicada en el centro de Asturias. Refirió que hace semanas se produjo un incendio de un edificio de en La Luz (Avilés) en el que el fuego se propagó con la ayuda del revestimiento de poliestireno. "Si el edificio está construido con madera o algún material inflamable y se le añade el poliestireno ya puedes hacerte una idea de lo que va a pasar", aseguraron fuentes de esta empresa. Aseguró que "se están haciendo muchísimas fachadas con este material pero nadie remueve nada para averiguar si la seguridad es la idónea".

Otro empresario afirmó que se están produciendo situaciones presuntamente irregulares en el recubrimiento de fachadas. "Hay empresas muy renombradas que tienen conexiones con el Principado que les permiten garantizar que cobrarán la subvención, por lo que están inflando los costes de las obras, a sabiendas de que ya recibirán esas ayudas", afirmó el responsable de la firma, que pidió mantenerse en el anonimato.

Sin embargo, otras empresas tranquilizan a los propietarios y aseguran que la normativa establece que los recubrimientos han de tener resistencia al fuego. Ignacio Alonso, arquitecto, aseguró que "como aislamientos o revestimientos se está utilizando lo que se denomina EPS, a base de poliestireno expandido en fachadas ventiladas y que cuenta con resistencia al fuego y es ignífugo. "En muchos casos los acabados se realizan con Composite, que también es resistente al fuego", aseguró este profesional. Además destacó que "cuando un edificio tiene una altura de más de 18 metros es obligatorio que todos los materiales empleados sean resistentes al fuego: el propio código técnico de seguridad de incendios lo especifica", señaló.

Pero, mientras, permanece la duda sobre qué fue lo que permitió que el edificio londinese ardiese tan rápidamente. La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha ordenado poner en marcha una investigación judicial, al margen de la policial, para establecer las causas y las responsabilidades en esta tragedia. Y la mirada sobre el recubrimiento despierta las dudas de muchos propietarios que han afrontado mejoras similares en edificios asturianos.