La Audiencia de Sevilla ha condenado a 12 años y medio de cárcel a un rumana que confesó haber matado a su esposa tras estrangularla con un trozo de cuerda en el parking del aeropuerto de la capital andaluza en junio de 2016 "para no escucharla más". Se le aplica la atenuante de confesión y la agravante de parentesco. El fiscal pedía 18 años. Deberá pagar 90.000 euros a sus dos hijos adolescentes.