José Antonio L. S., el "bolero" venezolano sorprendido el pasado enero con 39 envoltorios de cocaína que había traído a Oviedo en el estómago, y que fue juzgado el pasado mayo en la sección tercera de la Audiencia Provincial, ha sido condenado a cinco años de prisión, la pena solicitada por la fiscal. El tribunal no aplica al acusado la atenuante de drogadicción, como solicitaba su letrado, Luis Tuero. Y es que el ministerio público consideraba que, aunque el acusado es dependiente de las drogas, no está demostrado que cometiese el delito empujado por esa circunstancia. La defensa también reivindicó que había colaborado con la Justicia, puesto que informó que el destinatario de la droga era el propietario de una sidrería en Oviedo. "Tenía deudas y me extorsionaron, amenazando a mi mujer", dijo en el juicio.

El venezolano llegó de Caracas vía Lisboa. Se hospedó en un hotel de Oviedo, donde expulsó 19 de las 39 bellotas de cocaína que se había tragado. Fue entonces cuando apareció la Policía. El hotel, obligado por ley, habían facilitado su nombre a la Comisaría, que comprobó que tenía pendiente una requisitoria de Madrid, por lesiones. Ya en calabozos, debido al laxante que se había tomado, siguió expulsando bolas de cocaína, y los agentes terminaron descubriéndole. El peso de la droga era de 491,4 gramos.