Una explosión en una tienda de la ciudad de Hangzhou, en el este de China, causó ayer dos muertos y 55 heridos. La deflagración, según apuntan las primeras investigaciones, se debió a una bombona de gas petróleo licuado en un establecimiento cercano al emblemático Lago del Oeste de Hangzhou, en la capital de Zhejiang, donde se celebró la cumbre del G20 de 2016.