"Tenemos a su hija atada de pies y manos; no cuelgue o le haremos daño". Éste es el contenido de un mensaje de Whatsapp o de una llamada que, en lo que va de año, ya recibieron 193 personas. Se trata de un tipo de secuestro virtual, que corre como la pólvora por los teléfonos móviles de toda España. Debido al incremento de casos, la Policía Nacional quiso ayer destapar el modus operandi de estos falsos secuestros, que en 2016 llegaron a 1.000 víctimas, a las que sus "raptores" sacaron 41.000 euros. Las cifras no paran de aumentar: el año anterior fueron 200 las personas que recibieron extorsiones telefónicas y 10.150 euros el dinero sustraído.

El último caso en España acabó con la detención en Chile del supuesto autor del secuestro virtual y de dos de sus colaboradores. Su intención: sacarle 3.000 euros a una familia. Según describe la Policía española, una mujer, de 65 años y residente en el barrio madrileño de Chamberí, recibió un mensaje y a continuación una llamada telefónica bajo amenazas de un fijo con prefijo de Chile. En la llamada escuchó gritos, que ella creyó que eran de su hija, y una voz masculina con acento latino que pronunciaba la frase: "Tenemos a su hija atada de pies y manos; no cuelgue o le haremos daño".

A cambio de su libertad, los supuestos secuestradores le exigieron 10.000 euros, pero la mujer les respondió que sólo disponía de 3.000. Sus "interlocutores" le instaron a seguir la conversación a través de un teléfono móvil, pero sin colgar el fijo para que quedase incomunicada, y le pidieron el dinero de inmediato.

Según explica la Policía, el número de teléfono es elegido por casualidad entre las decenas o centenas de llamadas que pueden efectuar para ver quién "pica". Se trata, pues, de un intento de extorsión telefónica que se caracteriza porque las llamadas proceden de un número oculto o con el prefijo 056. Intentan provocar un bloqueo emocional -son agresivos y directos-, tratan de prolongar la llamada para evitar que la víctima tenga tiempo de reaccionar y exigen dinero rápido.